10 Porque se dice que las cartas son severas y fuertes, mientras que la
presencia del cuerpo es pobre y la palabra despreciable.
11 Piense ese tal que lo que somos a distancia y de palabra por carta,
lo seremos también de cerca y de obra.
12 Ciertamente no osamos igualarnos ni compararnos a algunos que se
recomiendan a sí mismos. Midiéndose a sí mismos según su opinión y
comparándose consigo mismos, obran sin sentido.